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Cuando se trata de persuasión, la simpatía es clave.
Considere la última vez que alguien lo convenció de hacer algo. Lo más probable es que apreciaste y confiaste en esta persona. También asumiría que no usaron un lenguaje agresivo o gestos contundentes. Y, si bien es posible que no pueda precisar qué hizo para persuadirlo específicamente, estoy seguro de que la persona era agradable.
En 2021, Mariam Younan y Kristy Martire realizaron dos estudios para examinar si la simpatía de un experto afectaba las opiniones de los jurados en juicios civiles y penales. Los resultados fueron concluyentes: los expertos menos agradables fueron considerablemente menos persuasivos que los expertos agradables.
Otra cosa para recordar es que estás constantemente tratando de persuadir. Está tratando de ganarse a la gente en casi todas las interacciones con compañeros de trabajo, clientes potenciales y amigos. Esto no es manipulador. Es innato y natural. Consciente o inconscientemente, estás haciendo cosas que te hacen más o menos agradable.
El lenguaje corporal es una parte importante ya menudo inconsciente de la simpatía y la persuasión. Esta es una buena noticia para alguien que se esfuerza por ser más persuasivo y agradable. Por suerte para ti, puedes cambiar muchas cosas sencillas sobre tu lenguaje corporal que mejorarán automáticamente tu simpatía.
Incline la cabeza
Cuando te sientes seguro, naturalmente inclinas la cabeza. La próxima vez que esté con familiares cercanos o un ser querido, observe la cantidad de veces que alguien inclina la cabeza sin darse cuenta. También notará que a menudo inclinamos la cabeza cuando arrullamos a los bebés.
Este comportamiento es parte de nuestra respuesta cerebral límbica. Una inclinación de cabeza expone su cuello y, por lo tanto, su vena yugular. Esto te pone en una posición vulnerable que se convierte en una señal subconsciente de respeto y confianza. Mostramos esta vulnerabilidad alrededor de los bebés para que se sientan cómodos. También enviamos este mensaje a quienes amamos para transmitirles confianza y consuelo.
Cuando busca persuadir a alguien, es más probable que vea su perspectiva si se siente seguro. Ladear la cabeza es una forma sencilla de demostrar su atención y cuidado. Este simple gesto comunica a otras personas que estás escuchando en lugar de pensar en otras cosas.
La isopraxis, o « eco del cuerpo », es un fenómeno en el que las personas replican el lenguaje corporal de otra persona. Si nota que varias personas tienen la cabeza inclinada en una conversación, es probable que estén más involucradas y que la conversación dure más de lo habitual.
De pie con las piernas cruzadas
Si te sientes inquieto o inestable, es probable que plantes los pies con firmeza para mantener el equilibrio. Este mismo deseo de permanecer conectado a tierra ocurre naturalmente, ya sea cerca del borde de un edificio alto o en una situación social incómoda. ¿Por qué?
Ambas situaciones anteriores proporcionan una amenaza que activa las salvaguardas de lucha o huida de una persona. Notarás que plantar tus pies es una forma en que tu cuerpo se protege a sí mismo inconscientemente.
Lo opuesto también es cierto. No tendrás problema en cruzar las piernas cuando te sientas totalmente cómoda. La inestabilidad de estar de pie solo es posible si estás totalmente seguro. Como resultado, cruzar las piernas es otra forma sencilla de indicarles a los demás que estás conectado a tierra y que no eres una amenaza.
La isopraxis también llevará a la persona con la que estás hablando a reflejarte. A medida que cruzan sus propias piernas, sus defensas se suavizarán. Al igual que con la inclinación de la cabeza, esta acción ayudará a que la conversación dure más. Una conversación más larga significa más tiempo para comunicarse cara a cara, lo cual es de gran ayuda para establecer una buena relación en las relaciones comerciales y personales.
Simplemente sonríe
Sonreír es un poderoso generador de carisma.
Ya sea que te des cuenta o no, tus emociones son contagiosas. Esto incluye la felicidad, que a menudo se transmite a través de una sonrisa. Solo piénsalo : es muy difícil fruncir el ceño ante una persona sonriente.
Cuando alguien sonríe, se liberan los neurotransmisores asociados con la disminución de la ansiedad y el aumento de la felicidad. Por lo tanto, sonreírle a alguien durante una interacción mejora tu propio estado de ánimo, lo que aumenta tu carisma y ayuda a que la otra persona sienta emociones más positivas.
Cuando alguien atribuye experiencias o conversaciones positivas con usted, la simpatía y la confianza aumentan, y las personas querrán pasar más tiempo con usted y realmente escucharlo. Estos atributos te harán una persona más persuasiva en todas tus relaciones.
En otras palabras, no subestimes el poder de una sonrisa.
Apunta tus pies
Siempre me ha parecido fascinante observar la dirección de los pies de las personas en situaciones sociales. A menudo, la dirección del punto del pie de una persona indica dónde está enfocada su mente. Si los pies de una persona apuntan hacia ti, es una gran señal de que está interesada en lo que dices. Sin embargo, si sus pies no apuntan hacia ti, es probable que estén cerca de salir de la conversación o del grupo.
Al igual que los gestos de lenguaje corporal anteriores, señalar con los pies a una persona con la que estás interactuando también la animará a seguir hablando. Es otra forma efectiva de mostrar tu interés en la persona con la que estás hablando. Esto te ayudará a persuadirlos para que sigan hablando.
Trate de observar estos cuatro comportamientos naturales en usted mismo y en los demás. Es posible que se sorprenda al descubrir lo que su lenguaje corporal comunica a quienes lo rodean. Puede utilizar estas oportunidades para aprender más sobre las personas con las que interactúa y cómo se presenta. Cuanto más agradable puedas presentarte, más persuasivo serás.