Al igual que IAG, empresa matriz de British Airways e Iberia, Air France-KLM está aprovechando la demanda para contrarrestar el aumento de su factura de combustible, que podría pasar de 4.500 millones de euros en 2017 a 5.000 millones en 2018 y luego, en futuros actuales, a 5.9 mil millones en 2019.

El grupo, que vio crecer sus ingresos unitarios un 2,0% a tipos de cambio constantes en el tercer trimestre, prevé un aumento de sus factores de ocupación previstos en sus vuelos de largo radio hasta febrero de 2019 inclusive a tasa anual, precisó su director financiero Frédéric Gagey.

El grupo reafirma su objetivo de coste unitario este año de entre 0% y +1,0% a tipos de cambio, precios de combustibles y costes de pensiones constantes, mientras que solo prevé un crecimiento del 2,0% al 2,5% de su capacidad (frente al +2,5% al ​​+3,5 % anteriormente) debido al aumento de los precios de los combustibles y las incertidumbres geopolíticas.

El acuerdo firmado el 19 de octubre con la mayoría de los sindicatos de Air France solo aumentará sus costes salariales en 51 millones de euros en 2018, dijo.

La empresa francesa, que saldó así una crisis social marcada por huelgas que le costaron 335 millones de euros, acordó un aumento salarial del 2% para 2018 y tanto el 1 de enero de 2019, con nuevas negociaciones previstas para octubre de 2019.

Air France también iniciará negociaciones específicas con su tripulación de cabina a principios de noviembre.

Frédéric Gagey no quiso precisar si entre estas conversaciones se incluiría un posible aumento de la flota de su Transavia de bajo coste que solo sumaba 75 aviones el 30 de septiembre y que generó un margen operativo del 30% en Francia en el tercer trimestre.

“Dados los márgenes de Transavia, lo normal sería querer continuar un poco el desarrollo de esta actividad y probablemente sería una pena privarnos de la posibilidad de responder a las fuertes demandas de ciertos pasajeros”, a- él solo observado.

Cyril Altmeyer, editado por Catherine Mallebay-Vacqueur