El lago de agua dulce más grande de Florida, que es un atractivo para la pesca y la navegación en los meses de verano, probablemente no verá muchas caras este año.

Esto se debe a que el lago Okeechobee ya está medio lleno con un alga tóxica de color verde brillante que, según los investigadores, solo crecerá a medida que la temporada de algas continúe durante el verano. Las algas pueden causar varias complicaciones de salud, incluidas infecciones pulmonares, daño a órganos y trastornos neurológicos, informa The New York Times.

Los expertos le dijeron al Times que la gravedad de la floración de este año se debe, en gran parte, al clima más cálido que ha resultado en un aumento de las precipitaciones y niveles crecientes de dióxido de carbono, del que se alimentan las algas. Las algas también prosperan entre los fertilizantes y el estiércol que llegan al lago desde los cultivos cercanos.

Este no es un problema nuevo para Florida. En 2018, el exgobernador Rick Scott declaró el estado de emergencia en siete condados en un esfuerzo por combatir las mismas algas tóxicas en el lago Okeechobee que también inundaban un río cercano.

Encontrar una solución a esta floración tóxica ha sido un desafío.

Florida planea construir un reservorio para evitar que las algas fluyan del lago hacia otros cuerpos de agua, aunque el Times informa que el reservorio se llenaría hasta su capacidad después de agotar Okeechobee por solo seis pulgadas.

Los ambientalistas también están pidiendo al estado de Florida que implemente reglas que limiten la escorrentía de contaminantes de los cultivos cercanos que alimentan las algas, informa el Times.

Esta política tardaría décadas en tener un gran impacto, gracias al sedimento rico en fósforo que ya está presente en el lago.