La primera ministra Theresa May mencionó el plan por primera vez en enero, siete meses después de que Gran Bretaña decidiera abandonar la Unión Europea.
“El corazón de este proyecto refleja mi creencia en un Estado estratega que intervenga resueltamente allí donde marque la diferencia”, declara Theresa May en el prólogo del documento titulado “Construyendo una Gran Bretaña apta para el futuro”.
En ese contexto, el gobierno anunció el lunes que había asegurado importantes inversiones del laboratorio estadounidense Merck & Co, llamado MSD en el Reino Unido, y del especialista alemán en diagnóstico Qiagen, pocas horas antes de la publicación de los detalles de su plan..
El Financial Times estima el importe de estas inversiones en más de mil millones de libras (1.100 millones de euros), pero ni MSD ni Qiagen dieron cifras.
Las ciencias de la vida son uno de los cuatro sectores a los que apunta el gobierno junto con la construcción, la inteligencia artificial y la industria automotriz.
MEJORAR LA PRODUCTIVIDAD
El ministro de Negocios, Greg Clark, dijo que Gran Bretaña tiene algunos de los mejores centros de investigación y universidades del mundo, así como empresas líderes en la industria, que van desde tecnologías de fabricación avanzadas hasta servicios financieros y ciencias de la vida.
Pero el país adolece de una productividad insuficiente que es uno de los desafíos a los que la nueva estrategia debe dar solución, dijo. Los empleadores reportan dificultades para contratar personal calificado y cuellos de botella en la infraestructura de transporte.
“Cualquier estrategia seria debe abordar las debilidades que nos han impedido alcanzar nuestro potencial y mostrar nuestras fortalezas y eso es lo que hace esta Estrategia Industrial”, dijo el ministro, prometiendo una mejora en la infraestructura y el entorno económico.
En el proyecto de presupuesto presentado la semana pasada al Parlamento británico, el Gobierno rebajó sus previsiones de crecimiento de una economía lastrada por el Brexit en los próximos cinco años, en particular debido a la revisión a la baja de las proyecciones de productividad.
El Fondo Monetario Internacional espera un crecimiento del 1,5 % en 2018, frente al 2,0 % de todas las economías avanzadas.
Rebecca Long-Bailey, líder empresarial del Partido Laborista, lamentó la falta de detalles del documento.
“Este Libro Blanco repite las políticas previamente anunciadas y los compromisos de gasto conocidos, lo que nuevamente muestra que a este gobierno le faltan nuevas ideas”, dijo. « Nada en este Libro Blanco ayudará a las empresas a encontrar las garantías o los incentivos que necesitan para invertir frente al calamitoso manejo del Brexit por parte del gobierno ».
MSD ha anunciado su intención de abrir en Londres para 2020, es decir, después del Brexit, un centro de investigación en el campo de las ciencias de la vida.
“Esta nueva ubicación en Londres nos permitirá aprovechar nuestra experiencia en inventos y ser un importante contribuyente a la vibrante comunidad de ciencias de la vida de Londres”, dijo Roger M. Perlmutter, presidente de MSD Research Laboratories. Al mismo tiempo, una portavoz de la compañía reconoció que el Brexit “planteaba preguntas reales” sobre la cadena de suministro, la regulación y la capacidad de atraer talento a Gran Bretaña.
El laboratorio estadounidense prevé crear 150 nuevos puestos en Londres y trasladar 800 puestos de trabajo existentes a la capital.
Por su parte, Qiagen ha anunciado que quiere desarrollar un centro dedicado a genoma y diagnóstico en Manchester, lo que podría suponer la creación de 800 puestos de trabajo.
Los anuncios llegan en un buen momento para el gobierno tras la decisión de la Unión Europea la semana pasada de trasladar la sede de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) de Londres a Amsterdam cuando Gran Bretaña abandone la UE.
Danielle Rouquié y Catherine Mallebay-Vacqueur para el servicio francés, edición de Véronique Tison