El ejército estadounidense ha destruido la última de sus armas químicas como parte de una campaña internacional que comenzó en 1997, anunció el presidente Joe Biden.

Las armas fueron eliminadas en el Blue Grass Army Depot en Kentucky, donde se habían almacenado hasta 51,000 cohetes M55 que contenían sarín, un agente nervioso tóxico, desde la década de 1940, informó The Guardian.

Solo una pequeña cantidad de gas sarín puede ser mortal. Esto es lo que es el gas sarín y lo que le hace al cuerpo, según información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Estados Unidos fue el último de los 193 países que firmaron la Convención de Armas Químicas para erradicar sus reservas antes de la fecha límite del 30 de septiembre.

La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, la organización ganadora del premio Nobel de la paz que supervisa el tratado, confirmó en un comunicado que las últimas armas químicas declaradas por las partes de la convención fueron destruidas.

“El fin de todos los arsenales de armas químicas declarados es un hito importante para la organización”, dijo Fernando Arias, director general de la OPAQ. « Es un paso crítico para lograr su misión de eliminar permanentemente todas las armas químicas ».

La eliminación por parte del ejército estadounidense fue el capítulo final de un proceso de destrucción global de más de 30.000 toneladas de armas químicas, según The Guardian.

La OPAQ dijo que continuaría monitoreando el cierre de Blue Grass y Pueblo Chemical Depot en Colorado y garantizaría la eliminación segura de los desechos.

Pero Arias también advirtió que « los recientes usos y amenazas de uso de químicos tóxicos como armas ilustran que la prevención del resurgimiento seguirá siendo una prioridad ».

Egipto, Corea del Norte y Sudán del Sur son las únicas naciones que no han firmado el tratado, según The Guardian.

“Sigo alentando a las naciones restantes a unirse a la Convención de Armas Químicas para que la prohibición global de las armas químicas pueda alcanzar su máximo potencial”, dijo Biden en un comunicado.

El presidente agregó que Rusia y Siria tenían programas de armas químicas no declarados, « que se han utilizado para cometer atrocidades y ataques descarados ».

Según los informes, en 2018, bombas de barril llenas de cloro y gas sarín cayeron cerca de un hospital en Douma, Siria, matando a decenas de hombres, mujeres y niños.