« Con los cambios que estamos haciendo, recortando gastos masivamente y aumentando los ingresos por suscripciones, creo que Twitter va a estar bien el próximo año », dijo el propietario de la plataforma en una conferencia telefónica en línea en la red social.
Desde que se convirtió en el mayor accionista de Twitter a finales de octubre, Elon Musk ha despedido a cerca de la mitad de los 7500 empleados de la empresa.
Anunció este martes que tenía previsto entregar la dirección de la compañía de San Francisco (California) en cuanto « encontrara a alguien lo bastante loco » para sucederle.
Así tuvo en cuenta el resultado de una encuesta que lanzó el domingo según la cual el 57% de los aproximadamente 17 millones de usuarios participantes se declararon a favor de su salida.
El hombre que también está al frente de Tesla y SpaceX dijo este miércoles que, según sus proyecciones, la red social podría alcanzar una facturación de alrededor de 3.000 millones de dólares el próximo año.
De confirmarse esta cifra, equivaldría a una contracción del 41% respecto a los ingresos alcanzados en 2021.
Según el multimillonario, si no se hubieran realizado cambios en la estructura de costos de Twitter, la empresa habría gastado entre 6.000 y 6.500 millones de dólares en 2023.
Este total incluye el pago de parte del principal y los intereses correspondientes a los préstamos contratados por Elon Musk para comprar Twitter y que ahora debe ser honrado por el grupo, y no por el empresario.
Estima este pago en alrededor de mil quinientos millones de dólares solo para el próximo año.
La red social se arriesgaba así a terminar el año 2023 con un flujo de caja reducido de unos 3.000 millones de dólares, según estimaciones del nuevo jefe.
« No es bueno », comentó Elon Musk, « ya que Twitter tiene (actualmente) mil millones de dólares en efectivo ».
De materializarse estas proyecciones, el administrador y sus coaccionistas habrían tenido que rescatar a la empresa, de lo contrario, correría el riesgo de declararse insolvente.
“Estaríamos muertos”, dijo sobre tal situación.
“Es por eso que he pasado las últimas cinco semanas recortando costos como un loco”, dijo Musk en la conferencia.
Comparó la situación de Twitter a su llegada a la de « un avión que se precipita hacia el suelo a toda velocidad con los motores en llamas y los controles que no funcionan ».
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