La candidata del Frente Nacional generó críticas durante la campaña presidencial al proponer desreembolsar los “abortos de confort”, término por el cual fue fuertemente criticada por sus opositores.

Hablando frente a los estudiantes de ciencias políticas, algunos de los cuales le dieron la espalda, Marine Le Pen, que no se movió de sus convicciones, aseguró que no quería cuestionar el aborto sino los “excesos”.

“Son las mujeres las que utilizan el aborto como método anticonceptivo, hay mujeres que tienen dos, tres, a veces cuatro abortos. Existe ! ¿Por qué esconder la realidad?”, dijo, provocando algunos abucheos.

La líder de la FN afirmó que Simone Veil, quien aprobó la ley que despenalizaba el aborto, promulgada en 1975, pretendía el aborto para las mujeres en mayor pobreza y no contemplaba un “aborto de confort”.

Marine Le Pen, que también fue aplaudida en varias ocasiones, propuso la adopción prenatal, que “puede tranquilizar a estas madres que, por X o Y razones, no quieren abortar”.

La candidata del FN, que aboga en particular por el establecimiento de un “salario parental” de hasta el 80% del Smic para las madres y los padres en casa, se defendió de transmitir una imagen retrógrada de la mujer. “Siempre he trabajado, ¡no soy yo quien va a mandar a las mujeres a casa ! ”, dijo.

Se declaró hostil a un ministerio por los derechos de la mujer : “No somos una especie a proteger”. También subrayó que no cuestionaría el PACS (pacto civil de solidaridad).

Respecto a la mujer en la política, la presidenta de la FN reiteró su oposición a la ley de paridad, principio que considera “contrario a la meritocracia republicana”, que permite acceder a los cargos por méritos.

Insistió en las “perversas consecuencias”, a su juicio, de reservar una parte de las candidaturas a mujeres, prefiriendo los partidos pagar las multas previstas en los textos antes que respetar la ley.

Según ella, las mujeres “que contaban en la política” no necesitaban la ley de paridad.

Gérard Bon, editado por Patrick Vignal