Mediaset y Vivendi, su segundo accionista, han estado en desacuerdo desde que los franceses descarrilaron el proyecto en 2016 que supuestamente los llevaría a comprar las actividades de televisión de pago de los italianos.

Esta disputa se agravó el año pasado cuando Mediaset quiso fusionar sus actividades italiana y española dentro de un holding bajo la ley holandesa con el objetivo de cerrar nuevas alianzas a escala europea. El proyecto suscitó la oposición de Vivendi, según la cual su estructura redundaría en un refuerzo del control de Berlusconi, y la justicia española obligó al grupo italiano a suspenderlo.

En una carta dirigida a los administradores de Mediaset, Vivendi solicitó una reunión con los líderes del grupo para discutir un acuerdo que pueda poner fin a la disputa, según supimos este martes de tres fuentes familiarizadas con el tema.

En un comunicado emitido el miércoles, Mediaset dijo que Vivendi ha propuesto que ambas partes abandonen todas las acciones legales, incluidas las reclamaciones de compensación.

“Mediaset está dispuesta a examinar cualquier propuesta concreta en interés de todos los accionistas del grupo, sin renunciar a la compensación”, responde el grupo italiano.

Tras el fracaso del proyecto de alianza de televisión de pago en 2016, Vivendi aumentó su participación en Mediaset hasta el 29%, medida que esta última consideró hostil. Desde entonces, el expediente ha estado en manos de los tribunales italianos y hasta la fecha no se ha producido ningún intento de llegar a un acuerdo amistoso sobre este punto.