Francia, la cuna histórica del fabricante de equipos Alcatel-Lucent, está relativamente a salvo, ya que Nokia confirmó durante un comité del grupo europeo que mantendría un total de 4.200 puestos de trabajo en el territorio hasta finales de 2017, ya que allí se comprometió con el gobierno francés.

El fabricante finlandés de equipos de telecomunicaciones eliminará alrededor de 400 puestos en funciones centrales, que planea contratar a 500 personas durante tres años en el campo de I+D, incluidos 300 jóvenes graduados.

Una portavoz de Nokia en Francia dijo que varios sitios franceses se convertirán en centros de competencia global para Nokia dedicados a nuevas tecnologías consideradas prometedoras, como 5G, el futuro móvil de muy alta velocidad, la ciberseguridad o el Internet de las cosas.

Alemania, por su parte, se verá afectada por la supresión de 1.400 puestos de trabajo, mientras que Finlandia perderá 1.300 de su plantilla de un total de 6.850.

“Parece que los empleados finlandeses han perdido el partido (contra los franceses)”, dijo Pertti Porokari, presidente del Sindicato de Ingenieros Profesionales de Finlandia. “Es una cifra terrible, ya estábamos en una situación difícil en cuanto a puestos de trabajo”.

Nokia, que emplea a unas 104.000 personas en todo el mundo, prevé dar más detalles al respecto cuando publique sus resultados trimestrales.

Proyecto anunciado en abril de 2015, Nokia compró Alcatel-Lucent por 15.600 millones de euros para estar mejor equipados para competir con la sueca Ericsson y la china Huawei en un mercado donde el crecimiento limitado y la fuerte competencia se basan en los precios.

Jussi Rosendahl, con Gwénaëlle Barzic y Benoit Van Overstraeten en París y la oficina de Frankfurt, editado por Jean-Michel Bélot