Para los millones de personas que viven con diabetes, la insulina es un fármaco que salva vidas. Sin embargo, a diferencia de muchos otros medicamentos, la insulina no se puede administrar fácilmente tragando una pastilla; debe inyectarse debajo de la piel con una jeringa o una bomba. Los investigadores han estado dando pasos hacia una píldora de insulina, y ahora, un equipo informa en ACS Nano que administraron insulina en el colon de ratas usando una tableta administrada por vía oral impulsada por « micromotores » químicos.
Los pacientes con diabetes tienen problemas para regular sus niveles de glucosa en sangre porque producen poca o ninguna insulina. La insulina sintética existe desde hace más de cien años, pero a menudo se administra con una inyección o una bomba implantada. Las personas afectadas por la diabetes a menudo toman insulina varias veces al día, por lo que las inyecciones frecuentes pueden ser dolorosas y, como resultado, algunos pacientes no toman la dosis recomendada en los momentos correctos.
Una forma oral de la droga sería ideal, pero el duro ambiente del estómago descompone y neutraliza la hormona antes de que pueda ser absorbida por los intestinos y llegue al torrente sanguíneo. Los intentos anteriores de administración oral protegieron la hormona de los ácidos del estómago con micro o nanoportadores, pero se basaron en la insulina para difundirse pasivamente en las células que recubren el colon, lo que no es muy eficiente. Un mejor enfoque podría ser mover activamente el medicamento por el cuerpo, como con una cápsula robótica recientemente informada que entrega su carga al perforarse en la capa mucosa gruesa del intestino delgado. Yingfeng Tu, Fei Peng, Kun Liu y sus colegas querían lograr un efecto similar con sus minitabletas cargadas de insulina, que presentaban pequeños « micromotores » químicos que podían administrar insulina al colon de manera segura y efectiva.
Para hacer estas tabletas, los investigadores cubrieron micropartículas de magnesio con una capa de una solución que contenía insulina y una capa de liposomas. Luego mezclaron estas partículas con bicarbonato de sodio, las prensaron en mini tabletas de unos 3 mm de largo y luego las cubrieron con una solución de almidón esterificado. El almidón protegía a las tabletas del ácido estomacal, permitiéndoles llegar intactas al colon. A medida que se descomponían, las micropartículas de magnesio reaccionaron con el agua para generar una corriente de burbujas de gas hidrógeno, que actuaron como micromotores que impulsaron la insulina hacia el revestimiento del colon para ser absorbida. El equipo también probó sus minitabletas en ratas y descubrió que podían reducir significativamente los niveles de glucosa en sangre de los animales durante más de cinco horas. De hecho, podrían mantener un nivel de glucosa casi tan bajo como la insulina inyectada. Aunque se necesita más trabajo, los investigadores dicen que este es un paso concreto hacia la creación de más formulaciones orales de medicamentos tradicionalmente inyectables.
Los autores reconocen la financiación de la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China, la Fundación de Investigación Básica y Básica Aplicada de Guangdong y el Proyecto Clave de Investigación y Desarrollo de Lishui.