El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, y el presidente de EE. UU. Joe Biden (derecha), celebran una reunión durante la ASEAN en Phnom Penh, Camboya, el 13 de noviembre de 2022. Kishida visitará la Casa Blanca el 13 de enero. Fotografía de la oficina de prensa del primer ministro japonés / UPI | Licencia de foto

Ene. 4 (UPI) — El primer ministro japonés, Fumio Kishida, hará su primer viaje a la Casa Blanca para reunirse con el presidente Joe Biden el 1 de enero. 13, dijo la Casa Blanca en un comunicado el martes.

Se espera que Kishida y Biden hablen sobre el cambio climático, tecnologías críticas, los programas de misiles balísticos de Corea del Norte, la invasión rusa de Ucrania y Taiwán.

« Será una cumbre muy importante », dijo Kishida a los periodistas locales el miércoles. Saldrá de Japón el 1 de enero. 9 y visita Francia, Italia, Gran Bretaña y Canadá antes de llegar a los Estados Unidos.

La Casa Blanca dijo que los dos hablarán sobre la profundización de los lazos entre los dos gobiernos y economías.

« Durante el año pasado, los dos líderes trabajaron en estrecha colaboración para modernizar la Alianza EE. UU.-Japón, ampliar nuestra cooperación en temas clave, desde el cambio climático hasta tecnologías críticas, incluso a través del Quad, y promover un Indo-Pacífico libre y abierto », dijo el dijo la Casa Blanca en un comunicado.

“El presidente Biden y el primer ministro Kishida se basarán en estos esfuerzos. El presidente Biden reiterará su pleno apoyo a la Estrategia de Seguridad Nacional de Japón recientemente publicada, su presidencia del G7 y su mandato como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.  »

En diciembre, Japón consagró cambios militares en tres documentos de seguridad, incluida una controvertida capacidad de contraataque que los opositores afirmaron que era inconstitucional.

El gobierno de Kishida había tratado de deshacerse de algunas de sus limitaciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial en sus fuerzas armadas, incluida una disposición que permitiría a las fuerzas armadas japonesas atacar las bases enemigas y los nodos de comando y control con misiles de distancia de mayor alcance.

Los partidarios del cambio dijeron que sería constitucional siempre y cuando haya ocurrido o sea inminente un ataque armado; que no hay otra forma de detener un ataque; y que el uso de la fuerza se limite al mínimo necesario.