Una extraña serie de fotos filtradas parece mostrar al líder del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, con una serie de disfraces cómicos.

Las fotos circularon ampliamente por los canales pro-Kremlin de Telegram luego del motín fallido de Prigozhin contra el liderazgo ruso en lo que podría ser un intento de humillar al jefe de Wagner.

Un análisis de las fotos realizado por The Guardian dijo que parecían ser genuinas.

El sitio de noticias ruso URA dijo que los disfraces muestran a Prigozhin como : « un oficial del Ministerio de Defensa en Sudán, un asistente diplomático de Abu Dhabi, un teniente de alto rango de Benghazi, un coronel de Trípoli, un comerciante de Siria y un comandante de campo llamado Muhammad. »

El mercenario Grupo Wagner, fundado por Prigozhin, es conocido por su actividad en los países de Oriente Medio y África.

Algunos usuarios de las redes sociales compararon los disfraces de Prigozhin con el personaje de Sacha Baron Cohen, el general Aladeen, en la comedia de 2012 « El dictador ».

Las imágenes circularon en línea después de que los medios rusos dijeron que la policía allanó la casa de Prigozhin y encontró un alijo de lingotes de oro, pelucas, pasaportes falsos y armas.

Una de las pelucas en las fotos se puede combinar con las imágenes del señor de la guerra disfrazado, informó The Guardian.

Prigozhin, quien alguna vez fue considerado un aliado cercano del presidente ruso Vladimir Putin, lanzó una rebelión de corta duración el mes pasado, con sus fuerzas tomando el cuartel general militar en una ciudad rusa clave y comenzando a marchar hacia Moscú.

Prigozhin finalmente despidió a sus hombres y acordó exiliarse en la vecina Bielorrusia, aunque el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, afirmó esta semana que Prigozhin estaba en San Petersburgo.

Los combatientes mercenarios del Grupo Wagner han jugado un papel clave en la guerra de Rusia en Ucrania, encabezando los esfuerzos en los frentes de batalla clave, particularmente en Bakhmut.

Sin embargo, las relaciones entre su impetuoso líder y el liderazgo militar ruso se agriaron cuando el primero acusó repetidamente al segundo de no enviar a sus combatientes las armas que tanto necesitaban y los acusó de incompetencia.