Apartar la vista de las cosas que nos asustan puede deberse a un grupo específico de neuronas en una región visual del cerebro, según una nueva investigación de la Universidad de Tokio. Los investigadores encontraron que en el cerebro de la mosca de la fruta, estas neuronas liberan una sustancia química llamada taquiquinina que parece controlar el movimiento de la mosca para evitar enfrentar una amenaza potencial. Los cerebros de las moscas de la fruta pueden ofrecer una analogía útil para los mamíferos más grandes, por lo que esta investigación puede ayudarnos a comprender mejor nuestras propias reacciones humanas ante situaciones de miedo y fobias. A continuación, el equipo quiere averiguar cómo encajan estas neuronas en el circuito más amplio del cerebro para que, en última instancia, puedan determinar cómo el miedo controla la visión.

¿Te tapas los ojos durante las películas de terror? ¿O tal vez la vista de una araña te hace dar la vuelta y correr? Evitar mirar cosas que nos asustan es una experiencia común, tanto para humanos como para animales. Pero, ¿qué es lo que realmente nos hace desviar la mirada de las cosas que tememos? Los investigadores han descubierto que puede deberse a un grupo de neuronas en el cerebro que regula la visión cuando se siente miedo.

El equipo usó bocanadas de aire para simular una amenaza física y descubrió que la velocidad de marcha de las moscas aumentaba después de que se las soplara. Las moscas también elegirían una ruta libre de bocanadas si se les ofreciera, lo que demuestra que percibían las bocanadas como una amenaza (o al menos preferían evitarlas). A continuación, los investigadores colocaron un pequeño objeto negro, aproximadamente del tamaño de una araña, 60 grados a la derecha o izquierda de la mosca. Por sí solo, el objeto no provocó un cambio en el comportamiento, pero cuando se colocó después de bocanadas de aire, las moscas evitaron mirar el objeto y se movieron para colocarlo detrás de ellas.

Dando a las moscas indicadores de calcio codificados genéticamente, los investigadores pudieron hacer que las neuronas de las moscas brillaran intensamente cuando se activaran. Gracias a las últimas técnicas de imagen, vieron que se emitía el patrón cambiante de luz en forma de onda, que previamente se promediaba y se pasaba por alto.

A continuación, el equipo quiere averiguar cómo encajan estas neuronas en el circuito más amplio del cerebro. Aunque las neuronas existen en una región visual conocida del cerebro, los investigadores aún no saben de dónde reciben información las neuronas y hacia dónde las transmiten, para regular el escape visual de los objetos percibidos como peligrosos.

« Nuestro próximo objetivo es descubrir cómo se transmite la información visual dentro del cerebro, para que finalmente podamos dibujar un diagrama de circuito completo de cómo el miedo regula la visión », dijo Tsuji. « Algún día, nuestro descubrimiento quizás proporcione una pista para ayudar con el tratamiento de los trastornos psiquiátricos derivados del miedo exagerado, como los trastornos de ansiedad y las fobias ».