La Confederación Nacional de Panadería y Panadería-Pastelería no había convocado manifestaciones, satisfecha con el diálogo permanente con el Gobierno y los sistemas vigentes, aunque todavía poco conocidos por las empresas.

Pero varios colectivos, entre ellos el “Colectivo por la supervivencia de la panadería y la artesanía”, han convocado una marcha hasta el Ministerio de Economía. Cientos de panaderos respondieron, baguettes en mano.

Una docena de diputados de Francia insoumise (incluidos Antoine Léaument y Danielle Simonnet) y de la Agrupación Nacional (incluido Sébastien Chenu), el diputado de Debout La France Nicolas Dupont-Aignan y el ex candidato presidencial Jean Lassalle se unieron a los panaderos, ambos para exigir una prórroga del escudo arancelario sino también, para algunos, la salida del mercado energético europeo.

El escudo tarifario, que limita las subidas de precios, está abierto a las empresas muy pequeñas (menos de 10 empleados y una facturación anual inferior a 2 millones de euros) cuyo contador eléctrico tenga una potencia inferior a 36kVA.

De hecho, los panaderos están excluidos, debido al consumo de hornos.

El colectivo considera insuficientes el resto de mecanismos de ayuda puestos en marcha por el ejecutivo, como el amortiguador eléctrico, la mesa de ayuda para el pago de las facturas de gas y electricidad, el aplazamiento del pago de impuestos y cotizaciones a la seguridad social o la rescisión gratuita de los contratos energéticos más exorbitantes.

« Nuestra factura se ha multiplicado por cuatro, lo que representa dos salarios, y realmente no queremos tener que despedir », testifica Guillaume, un panadero de Gironde.

Mickael François, panadero de Maine-et-Loire, vino acompañado de su aprendiz Bryan, de 17 años.

“Ya tuve que despedir a mi único empleado y en estas condiciones no puedo extender mi aprendizaje (…) y simplemente tendré que declararme en quiebra”, declara molesto este artesano.

Los panaderos no son los únicos que piden una prórroga de las ayudas. La Confederación de Pymes las sigue considerando « insuficientes », poco popularizadas y demasiado « segmentadas » según el tamaño de las empresas.

Sin embargo, el gobierno ha multiplicado las ayudas en los últimos meses y nuevamente a principios de enero al limitar el precio de la electricidad a 280 euros por megavatio hora para las empresas muy pequeñas (TPE) en 2023.

El CPME saludó la iniciativa del gigante petrolero TotalEnergies que se comprometió la semana pasada a permitir que las pymes renegociaran su contrato para alcanzar este precio, invitando a otros proveedores a hacer lo mismo.

Las empresas energéticas también fueron recibidas el lunes por la tarde en Bercy.

Para hacer frente al aumento de los precios, las empresas están considerando cada vez más métodos radicales, con los panaderos a la cabeza.

En Marsella, la CGT-Energie incluso ha mencionado la posibilidad de realizar una « manipulación en el contador » para que los panaderos puedan beneficiarse de importantes reducciones en su factura.

Renaud Henry, sin dar más detalles sobre cómo proceder, que sin embargo sería « completamente ilegal ».

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